Desde el momento en que anunciás tu embarazo, las opiniones comienzan a llegar. Familiares, amigos, redes sociales e incluso desconocidos parecen saber lo que es mejor para vos y para tu bebé. Algunas sugerencias pueden ser bienintencionadas, pero otras generan presión, confusión o inseguridad. En este artículo te comparto herramientas para manejar las opiniones ajenas sin perder tu calma ni tu confianza.
Por qué molestan tanto las opiniones
Porque la maternidad ya es un proceso vulnerable. Recibir comentarios constantes como:
- “¿Todavía lo amamantás?”
- “No lo alzás tanto, se va a malcriar.”
- “¿Vas a trabajar tan pronto?”
- “Así no se duerme a un bebé…”
puede activar culpas, dudas o enojo. Más aún si estás cansada o en una etapa de adaptación.
Entender el origen de esas opiniones
La mayoría de los consejos vienen de:
- Experiencias personales (“a mí me funcionó así…”).
- Creencias culturales (“los bebés deben dormir solos”).
- Miedos propios (“lo vas a sobreproteger”).
- Deseos de ayudar, aunque sin tacto.
Entender esto no los justifica, pero ayuda a no tomarlos como ataques personales.
Cómo proteger tu espacio y tu decisión
1. Escuchá con filtro
No todo lo que te dicen tenés que aplicarlo. Podés escuchar, agradecer y elegir no seguir el consejo.
“Gracias por tu opinión. Nosotros preferimos hacerlo de otra manera.”
2. Elegí tus referentes
Acompañate de profesionales confiables y personas que respeten tus decisiones.
3. Respondé con seguridad (aunque dudes por dentro)
Una respuesta tranquila pero firme transmite que estás a cargo.
“Estamos haciendo lo que creemos mejor para nuestro bebé.”
4. Usá el humor
Cuando la crítica no tiene sentido, una respuesta con humor puede desactivar la tensión.
“¡Si criáramos a todos igual, no habría historias para contar!”
5. Establecé límites
Si alguien insiste o te hace sentir mal:
“Prefiero que no comentemos eso ahora.”
“Sé que lo hacés con buena intención, pero tus palabras me afectan.”
No necesitás justificar cada decisión
No estás obligada a explicar por qué das teta o fórmula, por qué colechás o no, por qué volvés a trabajar o no. Criás desde tu realidad, tus valores y tus posibilidades.
Aprender a confiar en tu criterio
- Si te informaste, si observás a tu bebé, si te conectás con él… ya estás haciendo un gran trabajo.
- Equivocarse también es parte de maternar.
- Tu intuición vale. Escuchala.
Las redes sociales: un campo minado
Lo que ves en redes no siempre es verdad. Fotos editadas, teorías absolutas, juicios disfrazados de “consejo”. Usá las redes con criterio, buscá cuentas que sumen y no te comparen.
Acompañarte con quien te haga bien
Rodeate de personas que te escuchen sin juzgar. Que te pregunten cómo estás antes de opinar. Que estén para abrazar, no para corregir.