Volver al trabajo tras el nacimiento de un hijo es una experiencia compleja: mezcla emociones, desafíos logísticos y decisiones importantes. Puede haber entusiasmo por recuperar espacios propios, pero también culpa, ansiedad y miedo a la separación. Este artículo te acompaña con claves prácticas y emocionales para transitar este momento con más calma, claridad y confianza.

Una transición, no una ruptura

La vuelta al trabajo no implica cortar el vínculo con tu bebé. Es una reorganización del tiempo y de la energía, donde la conexión sigue viva —aunque se exprese de nuevas formas.

Emociones comunes en esta etapa

Validar estas emociones es el primer paso. Todas son legítimas y pasajeras.

Cómo prepararte antes de volver

1. Organizar el cuidado del bebé

2. Planificar la logística

3. Conversar en el trabajo

4. Prepararte emocionalmente

Durante la vuelta: claves para el día a día

✔ Crear rituales de conexión

Un beso especial al salir, una canción al llegar, un rato exclusivo al volver. Eso sostiene el vínculo.

✔ Darte espacios de autocuidado

El trabajo también es exigente. Comé, dormí lo que puedas, pedí contención.

✔ Evitá exigencias extremas

No tenés que rendir igual que antes en todo. Estás en un nuevo momento vital.

✔ Hablar con otras madres

Compartir esta etapa con quienes la viven o vivieron ayuda a normalizar y sostener.

Si das el pecho, ¿qué hacer?

Tu bebé también se adapta

Quizás llore al principio o necesite más mimos al final del día. Es parte del proceso. Con paciencia y amor, también aprenderá a transitar esta etapa.

No sos menos madre por trabajar

Trabajar no te aleja de tu hijo. Ser madre también es construir una identidad completa, donde haya espacio para vos.

Tu hijo no necesita una madre perfecta y disponible 24/7. Necesita una madre real, que lo ame, lo escuche y también se cuide.

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