Durante generaciones, se creyó que los premios motivaban y los castigos enseñaban. Sin embargo, cada vez más estudios y experiencias muestran que este enfoque no genera autonomía, ni respeto genuino. Criar sin premios ni castigos es posible, y además fortalece el vínculo, fomenta la responsabilidad interna y enseña desde la empatía. En este artículo, te explico cómo hacerlo de forma práctica y amorosa.

¿Qué son los premios y castigos?

Ambos se basan en controlar la conducta desde afuera, no en educar desde adentro.

Por qué evitarlos

Criar sin premios ni castigos no es “dejar hacer todo”. Es educar con respeto y coherencia.

Qué hacer en lugar de castigar

✅ Establecer límites claros y firmes

“No se pega. Podemos hablar o irnos a un lugar tranquilo.”
El límite protege, no castiga.

✅ Validar emociones

“Entiendo que estás enojado, pero no está bien romper cosas.”

Mostrar que sus emociones son válidas, pero sus acciones tienen consecuencias.

✅ Reparar en lugar de castigar

“Rompiste el dibujo de tu hermana. ¿Cómo podés ayudar a que se sienta mejor?”
La reparación enseña más que el castigo.

✅ Conversar cuando esté calmado

No en el medio del llanto. Esperá, contené, y luego conversá con preguntas:

Qué hacer en lugar de premiar

✔ Reforzar con palabras sinceras

“Confío en vos.”
“Te esforzaste mucho y lo lograste.”
“Me encanta cómo pensaste en los demás.”

No premies con cosas, reconocé desde el vínculo.

✔ Permitir la satisfacción interna

Que sienta orgullo propio, no por aprobación externa.

✔ Fomentar la cooperación, no la competencia

Evitá frases como “el que se porta mejor, gana”. Eso genera rivalidad y dependencia del resultado.

✔ Usar consecuencias naturales (no impuestas)

“Si no guardás los juguetes, puede que se pierdan o se rompan.”
Esto enseña causa y efecto real, no miedo.

Ejemplos cotidianos

SituaciónCon castigo/premioSin castigo/premio
No guarda los juguetes“Si no guardás, no hay tele.”“¿Querés ayuda para empezar? Después podemos elegir juntos qué guardar.”
Pega a su hermano“Te vas a tu habitación.”“No se pega. Vamos a calmarnos y después hablamos.”
Colabora en casa“Si ayudás, te doy un chocolate.”“Gracias por tu ayuda. Me hizo bien contar con vos.”

Frases que educan sin manipular

¿Y si ya usaba premios y castigos?

No pasa nada. Podés empezar a cambiar desde hoy. Explicá el cambio:

“Antes te ofrecía cosas para que hicieras algo, pero ahora quiero ayudarte a que lo hagas porque lo sentís importante, no por una recompensa.”

La coherencia amorosa es más poderosa que cualquier método.

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