La maternidad es hermosa, pero también puede ser solitaria. A pesar de estar rodeadas de personas, muchas madres se sienten aisladas, incomprendidas o sin espacio para expresar lo que realmente sienten. Por eso, construir una red de apoyo emocional no es un lujo: es una necesidad. Este artículo te acompaña a pensar cómo armarla, nutrirla y sostenerla.
¿Qué es una red de apoyo emocional?
Es un conjunto de personas que:
- Te escuchan sin juzgar.
- Validan tus emociones.
- Te acompañan en momentos difíciles.
- Celebran tus logros.
- Te hacen sentir menos sola.
Puede estar formada por familiares, amigas, otras madres, profesionales o incluso grupos virtuales.
Por qué es tan importante
- Disminuye el riesgo de ansiedad y depresión postparto.
- Mejora la autoestima y confianza en la crianza.
- Ofrece descanso emocional.
- Favorece la toma de decisiones informadas.
- Brinda contención real cuando el cuerpo, la mente o el corazón colapsan.
Cómo empezar a construirla
1. Identificá quién te hace bien
No todo el entorno ayuda. Elegí personas que:
- Escuchen más de lo que opinan.
- Respeten tus decisiones.
- No te hagan sentir culpable o insuficiente.
2. Pedí ayuda, aunque cueste
Muchas veces esperamos que el otro “se dé cuenta”. Pero pedir ayuda clara y directa puede evitar malentendidos:
“¿Podés venir una hora para que me duche tranquila?”
“¿Me acompañás al control del bebé?”
“Necesito desahogarme sin consejos hoy.”
3. Sumate a grupos de crianza
Pueden ser presenciales o virtuales. Compartir con otras madres que están en la misma etapa normaliza y reconforta. No estás sola en tus dudas, cansancio o emociones.
4. Hablá con tu pareja (si tenés)
A veces damos por sentado que el otro sabe cómo estamos. Expresá cómo te sentís, lo que necesitás y cómo podrían acompañarse mejor.
5. Buscá apoyo profesional
Una psicóloga perinatal, una doula o una asesora de lactancia también pueden formar parte de tu red. El cuidado emocional también es salud.
Nutrir la red también es dar
Cuando tenés más energía, podés:
- Escuchar a otra madre sin juzgar.
- Compartir tu experiencia con empatía.
- Ofrecer ayuda concreta: cocinar, cuidar un rato, mandar un mensaje.
Crear comunidad es tender puentes, no cargar con todo.
Qué hacer si no tenés red
Si sentís que nadie te entiende o te acompaña, no te resignes. Algunas ideas:
- Escribí en un diario o grupo online.
- Hablá con tu médica o pediatra sobre cómo te sentís.
- Buscá espacios de contención local.
- Recordá: pedir ayuda es un acto de amor propio, no de debilidad.