La llegada de un nuevo hermano puede generar una mezcla de emociones intensas en los niños: alegría, curiosidad, ternura… pero también celos, inseguridad y temor a perder el lugar que ocupaban. Los celos entre hermanos son normales y parte del proceso de adaptación familiar. En este artículo, te comparto herramientas para acompañar esta etapa con comprensión, límites amorosos y mucho vínculo.

¿Qué son los celos infantiles?

Son una respuesta emocional natural ante la percepción de que el amor, la atención o el tiempo del adulto se reparte con otro. En el caso de un nuevo hermano, pueden manifestarse como:

Los celos no son mal comportamiento: son una forma de decir “necesito asegurarme de que sigo siendo importante para vos”.

Qué hacer antes del nacimiento

Qué hacer después del nacimiento

✅ Darle un lugar activo

✅ Reservar tiempo exclusivo para él

Aunque sea 15 minutos al día, buscá un momento sin interrupciones.

Un cuento, un paseo corto, una charla a solas.
Eso sostiene el vínculo y calma su ansiedad.

✅ Validar lo que siente

“Es difícil compartir a mamá, ¿verdad?”
“A veces te da bronca cuando el bebé llora tanto.”
Nombrar las emociones ayuda a canalizarlas sin culpa.

✅ Evitar comparaciones

Frases como “tu hermanito duerme mejor” o “vos a su edad ya hacías tal cosa” solo aumentan la rivalidad.

✅ Sostener los límites con ternura

Si hay actitudes agresivas, poné límites firmes sin castigar:

“No se pega. Entiendo que estés enojado, pero vamos a buscar otra forma de decirlo.”

Cómo fortalecer el vínculo entre hermanos

Qué evitar

Los celos pasan, el vínculo queda

Con el tiempo, los niños encuentran su nuevo lugar en la familia. Lo que necesitan no es que todo sea igual que antes, sino saber que siguen siendo amados, vistos y valiosos.

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