Los primeros movimientos del bebé —girar, gatear, sentarse, caminar— son hitos emocionantes para cualquier familia. Sin embargo, cada bebé tiene su propio ritmo, y apurarlo o forzarlo puede ser contraproducente. Acompañar el desarrollo motor de forma respetuosa significa observar, facilitar y confiar en el proceso natural del cuerpo. Este artículo te muestra cómo hacerlo con paciencia y amor.

¿Qué es el desarrollo motor?

Es la capacidad progresiva del bebé para controlar y coordinar sus movimientos. Se divide en:

Este desarrollo está influido por la genética, el entorno y la estimulación, pero no debe ser forzado.

Principios de una motricidad respetada

Etapas comunes (y sus rangos amplios)

Cada bebé tiene su camino. Comparar solo genera ansiedad innecesaria.

Qué sí hacer para acompañar

1. Permitir movimiento libre en el suelo

Evitá tener al bebé mucho tiempo en huevitos, andadores o colchonetas restrictivas. Lo ideal:

2. Ponerlo en posiciones que ya pueda lograr por sí solo

Por ejemplo, no sentarlo con almohadas si aún no puede sentarse solo. Eso interfiere en su proceso natural.

3. Dar tiempo boca abajo (tummy time) desde los primeros meses

Esto fortalece cuello, brazos y espalda. Hacerlo:

4. Estimular sin exigir

Podés motivarlo con objetos, juegos, canciones… pero sin forzar. El adulto acompaña, no empuja.

5. Celebrar los logros sin apurarlo

Aplaudir cuando gira, se impulsa o intenta caminar fortalece su autoestima. Pero si aún no lo hace, no lo presiones.

Qué evitar

Consultar si…

Siempre es mejor consultar a un pediatra o kinesiólogo especializado si tenés dudas.

Confianza, espacio y amor: las claves

No necesitás enseñarle a moverse, solo brindarle el entorno, la libertad y el vínculo necesario para que su cuerpo explore el mundo a su manera.

Deixe um comentário

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *