Convertirse en madre es una de las experiencias más profundas de la vida, pero también una de las más absorbentes. Muchas mujeres sienten que, tras el nacimiento de sus hijos, han perdido de vista quiénes eran antes. Se preguntan dónde quedó su tiempo, su voz, su deseo, su proyecto personal. Este artículo es una invitación a recuperar —o reinventar— tu identidad sin dejar de ser madre.
¿Por qué sentimos que nos perdemos?
Porque la maternidad implica:
- Cambios de rutina drásticos.
- Reducción de espacios personales.
- Sobrecarga física y mental.
- Expectativas sociales de “entrega total”.
Y aunque amemos a nuestros hijos, eso no significa que no extrañemos quienes éramos antes.
La identidad también cambia
No se trata de volver a ser exactamente la de antes, sino de integrar esta nueva versión de vos misma:
- Sos madre, pero también sos persona.
- Podés amar con todo a tus hijos y seguir deseando un proyecto propio.
- Tenés derecho a buscar tiempo, placer y crecimiento.
Claves para reconectar con vos
1. Respetá tus tiempos
Tal vez no puedas volver a todas tus actividades de inmediato. Pero podés empezar de a poco. Un espacio semanal, una actividad corta, una charla entre amigas. Todo suma.
2. No te definas solo por lo que hacés por otros
¿Quién sos más allá de tu rol de madre? ¿Qué te gusta? ¿Qué soñabas? ¿Qué te hacía bien antes del embarazo?
Retomar esas preguntas te ayuda a reencontrarte.
3. Pedí apoyo para tener tiempo personal
Negociá con tu pareja, familia o red de apoyo para tener momentos para vos. No como excepción, sino como necesidad legítima.
4. Evitá el juicio propio y ajeno
Buscar tu espacio no es egoísmo. Es autocuidado. Y cuidarte a vos también es cuidar a tus hijos.
5. Celebrá tus logros, aunque sean pequeños
¿Leíste unas páginas? ¿Escribiste algo tuyo? ¿Pudiste hacer ejercicio? ¿Diste un paso en tu proyecto personal? Reconocelo. La identidad se reconstruye en los detalles.
El cuerpo también forma parte de tu identidad
Reconectar con tu cuerpo no es solo recuperar “la figura”, sino:
- Escucharlo.
- Cuidarlo.
- Sentirlo propio otra vez.
La maternidad transforma, pero no borra tu derecho a habitar tu cuerpo con libertad.
Espacios que pueden ayudarte
- Terapia individual.
- Grupos de mujeres o madres.
- Actividades creativas (escritura, arte, danza).
- Emprendimientos personales.
Encontrar un espacio donde expresarte sin juicios es clave para sostener tu identidad.